El Emperador y la Emperatriz de Japón estuvieron entre los dignatarios y jefes de estado y de gobierno que asistieron el pasado 19 de septiembre al funeral de estado de la reina Isabel II en Londres.
La pareja ofreció oraciones a la reina del Reino Unido, quien construyó cálidas relaciones con tres generaciones de la familia imperial de Japón durante sus siete décadas en el trono.
El Emperador, con un chaqué para la ocasión, y la Emperatriz, con vestido formal de color negro, llegaron en autobús junto con miembros de la realeza de otros países a la Abadía de Westminster para el funeral de estado.
La noche anterior, el Emperador presentó sus respetos al ataúd de la reina que yacía en el Westminster Hall. Agradeció a la reina por su calidez y consideración, y se despidió en silencio. La amistad entre la reina y la familia imperial duró 70 años.
La visita de la pareja imperial a Londres fue el primer viaje oficial al extranjero desde que el Emperador asumió el trono en 2019. Del mismo modo, con este viaje, el Emperador hizo una excepción a la tradición de no asistir a funerales oficiales, debido a la estrecha relación entre la Familia Imperial del Japón y la realeza británica.
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