A los 86 años, la escritora María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, falleció a causa de un cáncer de mama.
Hija del químico japonés Yosaburo Kodama y de María Antonia Schweizer, nació en Buenos Aires en 1937. Tras su formación inicial, estudió literatura y fue de ese modo que conoció a Borges, 38 años mayor a ella, en los 60.
A partir de ese momento forjaron una relación cercana, y con el tiempo se convirtió en la persona de su entera confianza.
Si bien en un primer momento Kodama, su heredera testamentaria, colaboró con Borges en algunas obras y traducciones, como “Breve antología anglasajona” y el libro de viajes “Atlas”, también escribió propias, como “Relatos” y “Homenaje a Borges”.
El 26 de abril de 1986 se casaron, pocos meses antes de la muerte de Borges, quien ya residía en Ginebra, Suiza, donde está enterrado.
Tras la muerte del escritor, Kodama trabajó en su nombre por décadas. Recorrió el mundo para difundir su obra, para cuidar su legado, para asegurarse su correcta interpretación. Viajó por todo el planeta, coordinó ediciones, inauguró muestras, participó en homenajes, dictó conferencias, presentó traducciones, dio cursos.
Además, en 1998, Kodama creó la Fundación Jorge Luis Borges, en la que actualmente se exhiben la biblioteca del escritor, las primeras ediciones de sus libros y algunos manuscritos, como también sus bastones y otros objetos de valor.
Por su labor, la viuda de Borges recibió numerosas distinciones, entre ellas, el reconocimiento de Caballero de las Artes y Letras de Francia, Profesora Honoraria de la Universidad de Buenos Aires y la condecoración de la Orden del Sol Naciente Rayos de Oro y Plata otorgada por el Emperador de Japón.
“María es mi samurái”, decía Borges. A su modo, Kodama fue su fiel guardiana y la encargada de mantener vivo el valioso legado literario.
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