Japón conmemoró el undécimo aniversario del terremoto, tsunami y accidente nuclear que golpeó el nordeste del país el 11 de marzo de 2011.
Durante la jornada se inauguró una instalación conmemorativa municipal en un terreno elevado en Rikuzen-Takata, prefectura de Iwate, donde 1.808 personas perdieron la vida. Los nombres de la mayoría de las víctimas están inscritos en un monumento de piedra dentro de las instalaciones.
Las familias en duelo ofrecieron oraciones en silencio frente a un puesto de flores en el centro comunitario de Kesennuma.
Catástrofe del 11 de marzo de 2011
El terremoto de magnitud 9.0 fue uno de los más fuertes jamás registrados y provocó un enorme tsunami (con olas sísmicas de más de 10 metros de altura) que destruyó pueblos y causó un accidente nuclear en la central de Fukushima Daiichi. Más de 18.500 personas fallecieron y casi medio millón se vieron desplazadas de sus tierras.
Se estima que en la actualidad, más de 40.000 personas siguen sin poder volver a sus casas, la mayoría de Fukushima, debido a la contaminación radiactiva.
Para muchos japoneses, este aniversario es propicio para una profunda reflexión sobre una tragedia nacional todavía muy dolorosa y presente, con miles de personas desplazadas de sus tierras hoy declaradas aún zonas prohibidas por la radiación.
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