Un panel de expertos revisará un programa de capacitación para ciudadanos extranjeros que el gobierno planea establecer para fin de año, anunció el pasado 29 de julio el ministro de Justicia, Yoshihisa Furukawa.
El llamado “programa de capacitación de pasantes técnicos” se inició para apoyar a los países en desarrollo a través de la transferencia de habilidades técnicas, pero en realidad, los pasantes extranjeros han sido utilizados como mano de obra barata.
El gobierno está acelerando los esfuerzos para revisar drásticamente el programa, que ha sido objeto de críticas internacionales.
Los problemas que se abordarán en la revisión incluyen dificultades de comunicación debido a la falta de conocimientos del idioma japonés de los alumnos; deudas contraídas por los pasantes para unirse al programa; sistemas inadecuados de consulta y apoyo en el organismo de control que supervisa las empresas anfitrionas y protege a los aprendices; y cambio de trabajo por parte de los aprendices.
Establecido en 1993, el programa de formación de pasantes técnicos ha estado plagado de problemas.
Desde el inicio del programa hasta fines de junio de este año, se revocaron las certificaciones de 325 entidades que aceptaron aprendices extranjeros.
La “formación de pasantes técnicos” es uno de los estados de residencia que permiten a los extranjeros trabajar en Japón. Abarca 86 categorías laborales, incluidas la construcción y la fabricación de alimentos, y el período máximo de permanencia es de cinco años.
Según el ministerio, más de 270.000 aprendices extranjeros permanecían en Japón a fines del año pasado.
Furukawa estableció un grupo de estudio en el ministerio para analizar los programas de pasantes técnicos y trabajadores calificados específicos en enero, entrevistando a profesores y abogados para recopilar opiniones.
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