El pasado 11 de diciembre, el Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, y su familia se mudaron a la residencia oficial en el distrito de Chiyoda, en Tokio, que había permanecido vacía durante 9 años.
Hasta ese día, el Primer Ministro estuvo viviendo en el dormitorio de los miembros del Parlamento en Akasaka. Declaró que decidió mudarse para concentrarse mejor en su trabajo y porque además podía pasar más tiempo con su familia.
El último Primer Ministro que vivió en la residencia oficial fue Yoshihiko Noda quien dejó el cargo en diciembre del 2012. Taro Aso, que gobernó en 2011, tardó 117 días en mudarse. Ni Noda ni Aso permanecieron más de un año en el cargo, mientras que los ex Primer Ministros, Shinzo Abe y Yoshihide Suga nunca vivieron allí.
LA LEYENDA DEL FANTASMA
Se dice que el lugar fue escenario de sangrientos incidentes, incluido un fallido intento de golpe militar el 26 de febrero de 1936, por lo que se cree que la residencia está «encantada» y habitada por un «fantasma». La increíble versión es muy conocida en Japón.
La leyenda dice que por los pasillos de la vivienda merodea el fantasma de un joven militar del Ejército Imperial nipón que participó en la intentona de febrero del ’36.
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