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PRESENTACIÓN DEL LIBRO “FARSAS Y ENSAYOS” DE ANGO SAKAGUCHI

(por Indi Paredes)


El pasado sábado 15 de julio en la Casa de la Lectura se llevó a cabo la presentación del libro “Farsas y ensayos” de Ango Sakaguchi. Estuvo moderada por Roxana Artal (editora y co-fundadora de Evaristo Editorial) y contó con la presencia de Matías Chiappe, Mónica Kogiso (ambos traductores de la obra) y Miguel Sardegna (editor y co-fundador de la editorial “También el caracol”).


La presentación fue iniciada por Roxana, quien contó que “Farsas y ensayos” estuvo destinado a ser el primer título de una colección de literatura japonesa en Evaristo desde antes de la pandemia. También comentó que Damián Vives fue el impulsor de aquella idea inicial, el cual era especialista en literatura japonesa y codirigía con ella el sello Evaristo.


En “Farsas y ensayos”, Ango hace una reivindicación no académica de la farsa como género. El término tonchinkan (sinsentido, absurdo) es uno de sus favoritos. El escritor posee una perspectiva humanista y es en este punto, en palabras de Roxana, donde se relaciona directamente con Damián, que también era un humanista. De esta manera, dicho libro representa un homenaje para él.


De acuerdo a Matías Chiappe, Ango era un autor que no mostraba al típico Japón de la belleza tradicional. Hay elementos de esa índole en su literatura, pero están parodiados, cuestionados o transformados de alguna manera. Según Miguel Sardegna, lo que propone Sakaguchi en primera medida es la estética del fracaso. El fracaso está en la periferia, en el centro está el éxito. Cuando uno transita un camino que no es el esperado, sólo queda fracasar.


Ango como escritor de la primera mitad del siglo XX era un fracasado y quería ser recordado de esa manera. Él formaba parte del grupo buraiha, los decadentistas. En él se encontraban además Osamu Dazai y Sakunosuke Oda. Ellos relataron a la estética del fracaso, la cual se relaciona con los borrachos, el exceso, con los que se caen, con los tullidos.


El modelo a seguir de Ango era Don Quijote. Lo citó en diferentes ocasiones y era quien lo guiaba como representante para acercarse a la farsa y al sinsentido de la vida.


Paralelamente se vinculaba con el budismo y su literatura se relaciona con ello. En relación a esto, Mónica Kogiso comentó que el trabajo de traducción consistió en un desafío. Fue difícil encontrar el equivalente al español de los términos relacionados al budismo en los textos de Ango, por ejemplo.


En la obra de Sakaguchi aparecen elementos comunes de la literatura japonesa, pero les da una vuelta de tuerca. En este sentido, es posible mencionar al paradigma mono no aware (compasión por las cosas) relacionado con la belleza y la sorpresa de lo efímero. Ango utilizó este concepto de forma distinta en su obra y, como finalmente afirmó Miguel, no pudo eludir esa mirada de la tradición. Es importante resaltar que los textos que se encuentran en “Farsas y ensayos” no fueron traducidos antes y son claves para el estudio de la literatura japonesa.


(cobertura para JH : Indi Paredes)


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