A seis meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, los organizadores están llevando a cabo preparativos especiales como consecuencia del estado de emergencia que fue declarado en la capital de Japón.
Uno de los inconvenientes son las competiciones clasificatorias de los deportistas que deben desarrollarse con las distintas prevenciones sanitarias y en los tiempos previstos.
Otro desafío importante es cómo garantizar que se contará con suficiente personal médico en las sedes de las competiciones para que estas se puedan celebrar con la seguridad necesaria. En la actualidad, las instituciones médicas tienen como prioridad la atención sanitaria ante la crisis del covid-19.
Respecto a la audiencia, se están barajando todas las posibilidades. La decisión final sobre el límite máximo de espectadores y si será posible que participen personas que no residen en Japón, se hará en los próximos meses. No se descarta que los Juegos Olímpicos puedan celebrarse sin público por primera vez en su historia.
El Comité Organizador de Tokio 2020 y el Comité Olímpico Internacional deberán demostrar en esta etapa preparatoria toda su capacidad para celebrar los Juegos Olímpicos con la seguridad necesaria para los deportistas y otras personas y del mismo modo lograr la confianza y el apoyo del público local.
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