Mientras Tokio se afana por controlar la pandemia de coronavirus, queda una semana para que se inauguren los Juegos Olímpicos, que contarán con pocos espectadores.
Debido al repunte de casos de COVID-19 en Japón, la semana pasada los organizadores decidieron prohibir la presencia de público en la mayor parte de sedes. En la capital y en tres prefecturas vecinas no se permitirá en ningún caso, mientras que en algunas sí podrá acudir un número limitado de personas.
Además de los deportistas, a la ceremonia inaugural, que tendrá lugar el 23 de julio, solo asistirán funcionarios de los Juegos, representantes de cada país y de organizaciones deportivas. En principio, se preveía que fueran 10.000, pero ese número se reducirá en varios centenares de personas.
El primer encuentro del campeonato de sóftbol está previsto para el 21 de julio, antes de otros eventos y de la ceremonia de inauguración.
Comments