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BRASIL OFRECE DISCULPAS POR EL MALTRATO A INMIGRANTES JAPONESES TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


  El gobierno brasileño realizó el pasado 25 de julio su primera disculpa oficial por la persecución de los inmigrantes japoneses y sus descendientes en Brasil durante la Segunda Guerra Mundial.


  La comisión de amnistía, órgano consultivo del gobierno, reconoció por primera vez que una serie de actos cometidos bajo el entonces gobierno brasileño constituyeron violaciones de los derechos humanos contra los inmigrantes japoneses y sus descendientes.


  Brasil alberga la comunidad de personas con ascendencia japonesa más grande del mundo. Casi 80 años después de que terminó la guerra, el honor de la comunidad Nikkei ha sido restaurado oficialmente.


  La comisión de 12 miembros reconoció por unanimidad y en su totalidad una apelación presentada por inmigrantes japoneses y otros después de las deliberaciones en la reunión de la comisión en Brasilia.


  La solicitud de disculpa fue presentada por Mario Okuhara, un japonés-brasileño de tercera generación de 49 años que produjo un documental sobre la persecución de personas con ascendencia japonesa, y Brazil Okinawa Kenjinkai, una asociación de personas de ascendencia okinawense a la que han pertenecido muchos inmigrantes japoneses.

  Exigieron un reconocimiento de la persecución y una disculpa, pero no una compensación económica.


  Durante la guerra, unos 6.500 inmigrantes japoneses, sospechosos de espionaje, recibieron la orden de abandonar Santos, en el estado de Sao Paulo, en un plazo de 24 horas y fueron enviados a la fuerza a diversas partes de Brasil. Incluso después de que terminó la guerra, 172 personas fueron encarceladas en la prisión de la isla de Anchieta, frente a la costa del estado, por ser terroristas fanáticos por creer que Japón había ganado la guerra.


   “En nombre de Brasil como nación, pido perdón por la persecución, las atrocidades y el racismo que sufrieron sus antepasados”, dijo Enea Almeida, presidenta de la comisión. Luego agregó en japonés: “El gobierno brasileño pide perdón por la persecución de sus antepasados”.


  A la deliberación asistieron unos 100 japoneses-brasileños que presentaron la solicitud y se alegraron unos a otros ondeando las banderas japonesa y brasileña.


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