El gobierno está acelerando los esfuerzos para garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses en Ucrania y apoyar su evacuación a medida que aumenta la invasión rusa.
Algunos de los países vecinos de Ucrania acordaron aceptar a ciudadanos japoneses que huyen del conflicto.
Alrededor de 120 ciudadanos japoneses han expresado su intención de permanecer en el país.
“Haremos todo lo posible para proteger a los ciudadanos japoneses en cooperación con los vecinos de Ucrania”, dijo el miércoles el primer ministro Fumio Kishida en una reunión del Comité de Presupuesto de la Cámara de Consejeros.
El Ministerio de Relaciones Exteriores instó repetidamente a los ciudadanos japoneses en Ucrania a abandonar el país por teléfono y correo electrónico antes de que Rusia lanzara su ataque a gran escala.
De los aproximadamente 250 ciudadanos japoneses que se habían quedado en Ucrania, más de 100 abandonaron el país. A finales de febrero, unos 120 seguían en Ucrania por motivos familiares, entre otros factores.
Incluso después de que comenzara el ataque ruso, Japón había mantenido funciones de embajada en Kiev, y el embajador Kuninori Matsuda y otros funcionarios continuaron trabajando en la ciudad donde se encontraban la mayoría de los ciudadanos japoneses en Ucrania.
Aunque avanzado el conflicto bélico, finalmente Japón se unió al éxodo, cerrando su embajada el pasado 2 de febrero y trasladó sus funciones a una oficina de enlace temporal en la ciudad occidental de Lviv.
Durante una reunión con el embajador de Ucrania en Japón, Sergiy Korsunsky, el ministro de Relaciones Exteriores Yoshimasa Hayashi solicitó asistencia para garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses en Ucrania.