Ya están listas las macetas de bonsáis que adornan cada año el Palacio Imperial de Tokio con motivo de las celebraciones de Año Nuevo. Pinos, bambúes, ciruelos, ardisias y sarcandras de bayas rojas componen, junto a otros arbustos y árboles, un tipo de decoración tradicional que, según se cree, atrae la buena suerte.
Según personal de la Agencia de la Casa Imperial, algunos ciruelos, que constituyen la parte principal de los arreglos ornamentales, tienen más de 150 años. Algunos de ellos alcanzan hasta dos metros de altura.
Seis empleados de la agencia recogieron musgo que crece en los jardines del Palacio Imperial, lo colocaron en la base visible de raíces de los bonsáis y añadieron arena blanca a las macetas para recrear corrientes de agua.
Para el inicio del 2023 ya se habrán colocado unas 20 macetas de bonsáis variados en puntos tales como el edificio principal del Palacio Imperial, la residencia del emperador Naruhito y la emperatriz Masako y los aposentos del emperador emérito Akihito y la emperatriz emérita Michiko.