26/11/2019 – Japón
El Papa Francisco realizó su 32° viaje apostólico que incluyó a Tailandia y a Japón. Entre el 23 al 26 de noviembre estuvo en tierras japonesas realizando diversas actividades religiosas y protocolares. Apenas llegado a Japón, Francisco tuvo un encuentro con los obispos japoneses en la Nunciatura Apostólica en Tokio en el que manifestó su simpatía y cariño que desde joven había sentido por estas tierras a las que quiso ir como misionero. “Han pasado muchos años de aquel impulso misionero cuya realización se hizo esperar. Hoy, el Señor me regala la oportunidad de estar entre ustedes como peregrino misionero”. Bergoglio estuvo presente en el parque Nishizaka para rendir homenaje a los 26 mártires cristianos ejecutados en el siglo XVI (cuando el cristianismo era perseguido e Japón) y posteriormente celebró una misa.
El 25 de noviembre el religioso argentino se encontró con el emperador japonés Naruhito en el Palacio Imperial situado en el centro de Tokio. Los temas ambientales estuvieron en el centro de las conversaciones (Naruhito es miembro de la Comisión Mundial sobre el agua para el siglo XXI), precisamente el Papa dijo al emperador que “la próxima guerra será por un conflicto por la posesión del agua”. El Papa tuvo uno de los encuentros más dramáticos de su visita en Japón con los sobrevivientes de la catástrofe de Fukushima (acontecimiento producido el 11 de marzo de 2011 cuando se produjo un terremoto de nivel 9 de la escala Richter, seguido de un tsunami que mató casi 20 mil personas, dañando seriamente la central nuclear de la mencionada ciudad y generando el peor accidente nuclear en el mundo desde el que se produjo en Chernobyl en 1986). Bergoglio llamó a tomar “decisiones valientes” sobre la explotación de los recursos naturales, sobre todo “de las futuras fuentes energéticas”.
Francisco se encontró en la Catedral de Santa María con un millar de jóvenes que lo ovacionaron gritándole en español “Viva el Papa!” y le entregaron un “happi” (prenda tradicional japonesa utilizada en festivales) adornada con mensajes en idiomas japonés, inglés y español, como uno que decía: “Te queremos”. Ante el pedido de los jóvenes japoneses que se pusiera el atuendo, el Papa se lo puso sobre la túnica blanca mostrándola con orgullo y recibiendo la ovación de todos. Mas tarde Francisco celebró una misa de dos horas de duración ante 50 mil personas en el Estadio Tokio Dome. El Santo Padre culminó su jornada con un encuentro con el Primer Ministro japonés Shinzo Abe. En una ceremonia con todo su gobierno y cuerpo diplomático, Abe dijo que “Japón tiene la misión de guiar la acción contra las armas nucleares”. A lo que el Papa agregó: “la única arma válida en los conflictos humanos es el diálogo para alcanzar la paz”. El 26 de noviembre, en su última día en Japón, Francisco visitó la Universidad de Sophia, centro de estudios católicos fundado por la compañía de Jesús. En su último discurso en tierras japonesas alentó a que los grandes avances tecnológicos se pongan al servicio de una educación más humana, justa y ecológicamente responsable. Finalmente agradeció: “Mientras me dispongo a dejar Japón, les agradezco, y a través de ustedes a todo el pueblo japonés, por la amable acogida y bienvenida que me han brindado durante esta visita. Los tendré presentes en mis oraciones”.
“PROTEJAMOS TODA LA VIDA” es la canción que acompañó al Papa Francisco durante toda su visita en Japón.
Lo que se pretende transmitir el tema es un llamamiento a la unidad, a proteger juntos el mundo.
La canción se entona hasta en tres idiomas con ese objetivo, para mostrar que a pesar de las diferencias todos pueden caminar en la misma dirección.
El tema se inspiró en la carta encíclica Laudato si (Alabado seas) sobre el cuidado de la casa común publicada en la Solemnidad de Pentecostés de 2015.
La letra de “Protect all Life” fue escrita por el cantante y actor japonés Jun Inoue. La musicalización fue dirigida por Amadeus Code Al y también por Inoue. Las voces pertenecen al coro japonés “Dreamers Union Choir”. Ver video