Hasta su último intento y ocupando el cuarto lugar, Haruka Kitaguchi logró el gran lanzamiento que necesitaba para lograr una victoria dramática y asegurarse un lugar en la historia del deporte japonés.
Kitaguchi realizó un lanzamiento de jabalina de 66,73 metros que la convirtió en la primera mujer japonesa en ganar un oro mundial o olímpico de atletismo fuera del maratón.
El oro de Kitaguchi fue el primero de una mujer japonesa en un campeonato mundial desde que Hiromi Suzuki ganó el maratón en 1997 en Atenas. Fue el quinto en la general en un campeonato mundial o en unos Juegos Olímpicos.
Kitaguchi le dio a Japón su segunda medalla en Budapest, después de que Masatora Kawano ganara el bronce en la marcha masculina de 35 kilómetros.
Han pasado exactamente 10 años desde que Kitaguchi comenzó a practicar jabalina en su primer año en la escuela secundaria Asahikawa Higashi en Hokkaido.
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