El gobierno japonés ha ampliado el estado de emergencia a todo el país hasta el próximo 6 de mayo ante la expansión del coronavirus. A las siete prefecturas inicialmente declaradas en emergencia se sumaron las restantes cuarenta y se ha dado una “alerta especial” a las prefecturas de Hokkaido, Ibaraki, Ishikawa, Gifu, Aichi y Kyoto, donde los casos de contaminación han comenzado a duplicarse con mayor rapidez. Las autoridades han señalado también una tendencia en la aparición de nuevos contagiados a causa del movimiento de personas desde zonas urbanas hacia el interior del país. Por tal motivo, el Primer Ministro, como los gobernadores y alcaldes de varias partes del país han pedido a la población de Japón evitar los viajes innecesarios y que no sean urgentes. Los gobiernos locales han tomado la iniciativa solicitando el cierre de instalaciones, desde estadios, gimnasios a house live y emitiendo restricciones de acuerdo a la ley. El gobierno japonés brindará una ayuda económica por el impacto de las medidas de contención del virus: cada ciudadano recibirá un subsidio de 100.000 yenes y se avanza en la preparación del presupuesto suplementario para financiar la ayuda. Según una encuesta realizada por Kyodo entre 8 prefecturas de Japón revela que en promedio hay menos de un 20% de camas disponibles ante el crecimiento de infectados por el covi-19. En Tokio, el número de pacientes ha excedido en 25% la disponibilidad de camas y su gobierno ha iniciado un ensayo para utilizar hoteles de la ciudad como lugares de aislamiento para casos leves dejando libres las camas de los hospitales para los casos graves. La misma encuesta ha advertido también que ha comenzado a faltar personal y mascarillas de alto rendimiento para doctores y personal de enfermería. Hasta la fecha, el Ministerio de sanidad japonés reportó 10.437 casos de infectados y 224 fallecidos.
