El primer ministro Fumio Kishida anunció planes para acelerar el lanzamiento del refuerzo de COVID-19 y ampliar los servicios de tratamiento ofrecidos a los pacientes en el hogar o en centros de recuperación bajo la política básica del gobierno contra la variante omicron.
“La variante omicron parece tener una mayor transmisibilidad, pero también es menos probable que cause síntomas graves”, dijo Kishida a los periodistas en la Oficina del Primer Ministro. “Pero si la infección se propaga rápidamente entre los ancianos, el porcentaje de personas que enferman gravemente podría aumentar”.
Kishida enfatizó que ahora la atención se centrará en brindar atención médica inmediata a quienes tengan síntomas graves o moderados y a los pacientes que tengan un alto riesgo de enfermarse gravemente. También se reforzarán los servicios de atención a personas leves o asintomáticas.
El primer ministro dijo que se buscará la cooperación de las asociaciones de médicos, enfermeras y farmacéuticos para ayudar a aliviar la carga de los centros de salud públicos, y reveló que unas 16.000 instituciones médicas en todo el país se encargarán de la atención domiciliaria.
Al establecer un sistema bajo el cual las personas con síntomas leves puedan recuperarse en sus hogares, el gobierno espera evitar una situación en la que las camas de hospital se agoten y las instituciones médicas se vean sometidas a presión.
Dado que los exámenes universitarios y escolares comenzarán pronto, Kishida dijo que pedirá a las entidades pertinentes que diseñen medidas para los estudiantes que no puedan realizar los exámenes en las fechas programadas.
Kishida también dijo que las medidas de control fronterizo que restringen la entrada de no residentes se extenderán hasta fines de febrero.
Con respecto a los refuerzos de COVID-19, Kishida dijo que se ordenaron 18 millones de dosis adicionales de la vacuna Moderna Inc. para acelerar el cronograma de implementación para el público en general.