El gobierno de Japón ha decidido reducir el intervalo entre la segunda y la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus para un sector de la población.
La medida beneficiará a alrededor de 31 millones de personas, sobre todo trabajadores médicos y ancianos.
El anuncio fue hecho por el primer ministro Fumio Kishida.
La decisión de adelantar la aplicación de la dosis de refuerzo obedece a la propagación de la variante ómicron.
“La variante ómicron es extremadamente infecciosa y los expertos dicen que es inevitable que se propague por todo el mundo tarde o temprano”, advirtió Kishida.
El gobierno ejecutará medidas integrales de prevención, pruebas y tratamiento temprano contra la nueva variante, dijo el primer ministro.
Una de las armas contra el coronavirus serán medicamentos orales que se comenzarán a suministrar a fin de año en Japón.
