El yen alcanzó su marca más baja en 24 años durante la jornada del 13 de junio en Tokio, superando temporalmente la marca de 135 yenes frente al dólar.
Detrás de la caída del yen a un nivel no visto desde 1998 se encuentran las tasas de interés ultrabajas de Japón, que se han mantenido bajas mientras que las tasas de interés de EE. UU. están aumentando.
El mercado reaccionó buscando dólares ante la tasa de crecimiento del índice de precios al consumidor de mayo en EEUU que fue anunciada el fin de semana y que alcanzó su nivel más alto en 40 años y medio.
Además, la cotización de la moneda japonesa está influenciada por la percepción de que la Junta de la Reserva Federal de ese país aumentará las tasas de interés a un ritmo acelerado. Los intereses a largo plazo acaban de subir.
Aunque un yen más débil aumenta las ganancias de los exportadores obtenidas en el extranjero cuando se repatria, también afecta el crecimiento económico interno restringiendo el gasto de los consumidores a causa de los precios más altos de la energía, el transporte y de los alimentos importados.
