Multitudes ansiosas de bendiciones en el primer día de 2023 acudieron en masa a los templos y santuarios de todo Japón desde la madrugada del 1 de diciembre.
A medida que el mundo da la bienvenida al tercer Año Nuevo desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, vivir con el nuevo coronavirus se ha vuelto más rutinario.
En Sensoji, el famoso templo en el distrito Asakusa de Tokio, una gran multitud abarrotó los terrenos y fluyó hasta el exterior de Kaminarimon, la puerta principal generalmente decorada con una gran linterna roja. El templo dijo que espera recibir a más de 2,5 millones de personas durante los primeros tres días de este año.
Un oficinista de 30 años de Yokohama había esperado en la fila para orar en el templo desde la víspera de Año Nuevo.
“Espero que la guerra y la pandemia terminen pronto”, dijo respecto a sus deseos para el Año Nuevo.