La tenista japonesa Naomi Osaka, número 2 del mundo y vencedora de cuatro títulos del Grand Slam, anunció el pasado 31 de mayo que se retira del tradicional Abierto francés de tenis Roland Garros, luego de la polémica por haber sido sancionada con 15.000 dólares de multa por no asistir a la rueda de prensa después de su partido de primer ronda y ser amenazada por los organizadores en ser expulsada del torneo si seguía rechazando sus obligaciones mediáticas.
”Creo que lo mejor para el torneo, para otros jugadores y para mi bienestar es que me retire así todo el mundo pueda centrarse de nuevo en el tenis que se está jugando en París”, anunció la jugadora en su cuenta de Twitter.
Y además, la japonesa confesó que desde el Abierto de Estados Unidos de 2018 (torneo que ganó) sufre largos períodos de depresión y que le ha resultado muy difícil lidiar con ellos.
Osaka dijo que si bien los periodistas del mundo del tenis siempre han sido amables con ella, al ser una persona introvertida padece “mucha ansiedad y nerviosismo” cuando tiene que responder lo mejor posible durante las entrevistas. Esta situación con la prensa hasta le despierta inseguridades y dudas en su juego, por lo que prefiere evitar estos encuentros periodísticos.
Ante esto, la japonesa ya había anunciado su intención de no declarar a los medios tras los partidos del Grand Slam algo que al llegar a París ratificó: “Escribí en privado a los organizadores del torneo para disculparme y que estaría encantada de hablar con los medios cuando finalice mi participación”.
Y admitió: “Tal vez no fui suficientemente clara al señalar que enfrentarme a los medios de comunicación me daña la salud mental”.
Osaka va a retirarse de las canchas por un tiempo y “cuando sea el momento adecuado” tiene la intención de hablar con los organizadores del torneo con el fin de facilitar la situación para los jugadores, la prensa y los seguidores.
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