Tres prefecturas japonesas, entre ellas la de Osaka, están intensificando sus medidas contra el coronavirus en momentos en que sigue aumentando el número de contagios. Las nuevas reglas, que se aplican sin establecer un estado de emergencia, durarán un mes.
Las medidas abarcan a Osaka y Hyogo, en el oeste, y Miyagi, en el noreste de Japón. Los gobiernos de las prefecturas instan a los restaurantes y bares de las principales ciudades a cerrar a más tardar a las 8 de la noche y a suspender el uso de aparatos de karaoke. Asimismo, se debe impedir el acceso de los clientes que se nieguen a usar mascarilla.
Recientemente, el número de casos en la prefectura de Osaka ha aumentado a un nivel sin precedentes, llegando a superar las cifras registradas en Tokio. El domingo se confirmaron 593 nuevos contagios en Osaka.
Por su parte, la prefectura de Hyogo, vecina a Osaka, confirmó 211 casos, igualando un récord establecido la semana pasada.
A muchos gobernadores les preocupa no solo la propagación de variantes más contagiosas sino también el impacto de las medidas contra la pandemia sobre los negocios locales. Instan al Gobierno central a proporcionar asistencia financiera de emergencia.
Hasta la fecha, según datos oficiales, en Japón se registran 486.037 infectados totales y 9.244 personas fallecidas.
